Cómo funciona una cámara termográfica.

Estamos sin ninguna duda en la época de la tecnología: los ordenadores y los móviles ofrecen funciones cada vez más avanzadas que nos permiten hacer cosas inimaginables, y el resto de aparatos tecnológicos no se quedan atrás. De hecho, en este panorama destacan las cámaras termográficas, objetos que nos permiten visualizar lo invisible ¡el calor!

Y es que, aunque puede que al principio nos resulte complicado entender para qué tipo de usos y situaciones puede ser útil reconocer el calor de algo, lo cierto es que lo necesitamos para un sinfín de aplicaciones del día a día. Sin ir más lejos, gracias a estas cámaras se lograron resultados y previsiones realmente útiles para situaciones que muchos de nosotros hemos enfrentado, como ocurrió con las detecciones de fiebre durante la pandemia.

¿Quieres saber más acerca de este interesante tema? ¡No te lo pierdas, te lo explicamos a continuación!

¿Qué es una cámara termográfica?

Una cámara termográfica es un aparato que detecta la radiación infrarroja emitida por los objetos en lugar de la luz visible. Esto significa que puede capturar imágenes basadas en el calor en lugar de la luz visible.

Estas cámaras están equipadas con sensores especializados que pueden medir la radiación infrarroja en una amplia gama de longitudes de onda y en una amplia variedad de materiales, según nos explican desde Ibertronix Infrared & Vision S.L.

Comprendiendo su funcionamiento.

El funcionamiento de una cámara termográfica se basa en el principio de que todos los objetos emiten radiación electromagnética como resultado de su temperatura. Esta radiación incluye no solo la luz visible, sino también la radiación infrarroja, que a su vez está relacionada con la temperatura de un objeto.

De este modo, la cámara termográfica detecta esta radiación infrarroja y la convierte en una imagen visible, en la cual los colores o tonos representan diferentes niveles de temperatura.

Componentes que hacen posible su labor.

  • Detector de radiación infrarroja.

Este componente es el núcleo principal de la cámara, y está compuesto por una matriz de píxeles sensibles a la radiación infrarroja. Cada píxel detecta la cantidad de radiación infrarroja que recibe, y la convierte en una señal eléctrica.

  • Óptica.

La óptica de la cámara ayuda a enfocar la radiación infrarroja en el detector, lo cual garantiza que la imagen capturada sea clara y precisa.

  • Procesador de imágenes.

Una vez que la radiación infrarroja se detecta y convierte en señales eléctricas, el procesador de imágenes se encarga de convertir estas señales en una imagen térmica visible. También puede aplicar ajustes de contraste y color para mejorar la legibilidad de la imagen.

  • Pantalla.

La mayoría de las cámaras termográficas están equipadas con una pantalla en la que se muestra la imagen térmica en tiempo real. Gracias a esta cámara podemos ver y analizar la distribución de temperatura en el entorno con claridad.

¿Para qué tipo de situaciones y aplicaciones sirven?

Como hemos mencionado anteriormente, las cámaras termográficas se usan para muchas cosas, y muchas de ellas son realmente útiles en situaciones claves.

Entre ellas, encontramos:

  • Mantenimiento predictivo.

En la industria, estas cámaras se utilizan para detectar puntos calientes en equipos eléctricos y mecánicos, lo que ayuda a prevenir fallos antes de que ocurran. Estos fallos pueden dar lugar a incendios, así que son muy útiles previniendo este tipo de problemas que, de ocasionarse, serían difíciles de solucionar en poco tiempo.

  • Detección de fugas de energía.

En los edificios, las cámaras termográficas pueden identificar zonas donde se esté escapando el calor, lo que ayuda a mejorar la eficiencia energética y reducir los gastos de calefacción y refrigeración.

  • Medicina.

En el sector de la salud, las cámaras termográficas también son muy útiles, ya que se utilizan para detectar cambios de temperatura bruscos sobre la superficie de la piel, lo que puede ser útil en el diagnóstico de enfermedades como la inflamación y la circulación sanguínea anormal.

Como mencionábamos en el inicio, las cámaras termográficas también fueron útiles para detectar uno de los síntomas principales de las personas contagiadas con el virus del coronavirus: la fiebre.

Gracias a esta aplicación se pudo evitar en gran medida la propagación del virus en áreas donde se concentraba mucha gente, como en los centros de trabajo, centros comerciales y hospitales.

  • Búsqueda y rescate.

Por último, en situaciones de emergencia, las cámaras termográficas pueden ayudar a localizar personas atrapadas o perdidas al detectar su calor corporal, incluso en condiciones de poca visibilidad.

Como ves, las cámaras termográficas son toda una caja de sorpresas: detectar el calor o la temperatura de un lugar, objeto o persona es más útil de lo que todos nos imaginamos, y no sería posible sin ellas.

¡Nos alegramos mucho de que la tecnología avance de una manera tan eficiente!

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