Si vas a montar un taller, aunque sea algo tan sencillo como una tienda de arreglos de ropa o una zapatería de reparación de calzado, equipar el local con maquinaria de segunda mano es una interesante opción para empezar a funcionar.
Mi amigo Héctor, después de trabajar durante una temporada en una conocida cadena de tiendas de reparación de calzado y duplicado de llaves, encontró la oportunidad de abrir su propio negocio en un stand frente a las cajas de un supermercado de Mercadona en un pueblo de Barcelona.
Invirtió gran parte de sus ahorros en adquirir la concesión y le quedaba menos dinero del deseado para amueblar y equipar el stand. Según me cuenta, pudo poner en marcha la tienda gracias a que las máquinas las compró de segunda mano y a que el material inicial lo adquirió a precio de saldo en otras tiendas del sector que estaban cerrando.
Por lo que sé, le va bastante bien. Hace un par de fines de semana me fui a verlo, pues necesitaba una copia de llaves de mi casa, para un familiar que se va a quedar unos meses con nosotros una temporada.
Cuando lo vi me dijo: “¿Te acuerdas de esto?” – preguntaba mientras señalaba con el dedo el banco de aquel paisaje donde arregla los zapatos y la vieja máquina de coser calzado que tiene al lado. – “Son las mismas máquinas que compré cuando abrí la tienda y me siguen funcionando 5 años después. Es el mejor dinero invertido de mi vida”.
Hay muchas ideas preconcebidas respecto a la compra de maquinaria industrial de segunda mano. Algunos opinan que más que un ahorro, es una fuente de problemas. Que lo barato sale caro. Vamos a intentar desmotar estas leyendas desde este artículo.
Las máquinas de segunda mano funcionan.
Como sucede con cualquier artículo que compremos, la maquinaria de segunda mano tiene garantía. Además, antes de venderla, el vendedor la ha probado convenientemente.
Así nos lo confirman los distribuidores de Valcomaq, un almacén valenciano que se dedica a la compraventa de maquinaria industrial de segunda mano y de ocasión. Según nos dicen, cuando adquieren cualquier máquina para revenderla, los mecánicos efectúan una revisión pormenorizada. A partir de ahí, reparan las partes de la máquina que están averiadas o que necesitan una mejora y efectúan una puesta a punto. Si el cliente lo solicita, se puede hacer incluso una prueba antes de realizar la venta.
De esta manera funcionan la mayoría de almacenes que trabajan en este sector. Debemos partir de que los compradores son expertos. Quizás no conozcan las entrañas de la máquina, pero la mayoría de ellos saben cómo funciona. Cómo debe ser el resultado que salga de ahí. No son precisamente unos clientes fáciles de engañar. No puedes vender a un carpintero una sierra de calar defectuosa. La descubre al momento.
Como sucede con cualquier compra entre empresas, la compra de maquinaria industrial de segunda mano o de ocasión tiene una garantía mínima de un año. En ese periodo, si la maquinaria se avería por razones no imputables al comprador, el vendedor tiene la obligación de repararla, sustituirla por una similar o devolver el dinero.
Es frecuente que en compras de bienes de equipo, las partes amplíen el periodo de garantía o que acuerden prestaciones extra como el servicio técnico o el mantenimiento a cambio de un pequeño suplemento sobre el precio original.
Estas condiciones hacen que la maquinaria industrial usada sea operativa, igual que si la compráramos directamente de fábrica. Eso sí, como veremos más adelante, a un precio considerablemente menor.
Criterios para comprar maquinaria usada.
Si vamos a comprar maquinaria de segunda mano para trabajar con ella, debemos tener en cuenta determinados criterios para no pillarnos los dedos y que la compra resulte exitosa. Son estos:
- Estado general de la máquina. Debemos revisar visualmente el desgaste, posibles fugas de aceite, piezas oxidadas y reparaciones anteriores. Una inspección física detallada es fundamental antes de realizar la compra.
- Historial de mantenimiento. Pide al vendedor el registro de revisiones, reparaciones y sustitución de piezas que se haya podido realizar en la máquina. Un buen mantenimiento previo garantiza una mayor vida útil.
- Horas de uso. Igual que cuando compramos un coche de segunda mano nos interesamos por el kilometraje del coche, lo mismo tenemos que hacer con las horas de trabajo acumuladas de la máquina. Este dato nos da una idea de su desgaste real y del tiempo que puede seguir funcionando.
- Prueba de funcionamiento. Siempre que sea posible, encender la máquina y probarla en condiciones reales para comprobar su rendimiento, exige una prueba real en el almacén-
- Disponibilidad de repuestos. Asegúrate de que la marca y el modelo que has comprado tengan piezas de repuesto accesibles en el mercado, En algunos modelos antiguos, las piezas han dejado de fabricarse y la reparación de averías pueden ser costosas, cuando no imposibles.
- Certificaciones normativas Confirma que la maquinaria cumple con las normativas de seguridad y medioambientales vigentes, evitando sanciones o limitaciones de uso, en caso de que recibas una inspección o una denuncia.
- Precio total. No te fijes solo en el precio de compra. Incluye los costes de transporte, instalación, posibles reparaciones, consumos energéticos y mantenimiento para evaluar si la compra es rentable.
- Garantía extra. Algunos proveedores de segunda mano ofrecen una garantía extra, superior a la que fija la ley, o un servicio postventa, lo que añade confianza en la compra.
- Adaptación a la producción actual y futura. Asegurarse de que la máquina cubre las necesidades de la empresa hoy, pero también las de mañana, partiendo de los planes de crecimiento de la empresa.
- Procedencia confiable. Compra a distribuidores especializados o a empresas con una buena reputación en el sector, evitando particulares que no puedan acreditar el origen ni las condiciones de la máquina.
El ahorro es importante.
Una máquina industrial de segunda mano te viene a salir entre un 30 y un 70% de lo que te costaría una máquina nueva. El periódico Rioja 2, suplemento regional de ElDiario.es, afirma que el principal atractivo de comprar bienes de equipo de segunda manos está en el dinero que te ahorras
Un ahorro que hace que la inversión se amortice en menos tiempo, y que dispongas de efectivo para gastarlo en otros aspectos de tu negocio.
Un tema interesante es el de la maquinaria industrial reacondicionada. Se trata de maquinaria nueva que ha salido de fábrica con alguna tara o con algún defecto y que, por tanto, se vende por debajo del precio de mercado.
Algunos defectos en la carrocería, como abolladuras o roces en las carcasas, pueden hacer que la máquina se vea menos bonita, pero no afectan en absoluto a su rendimiento. Otros defectos en el motor o en el circuito interno, pueden solucionarse antes de comprar la máquina, sin que por ello afecte al precio.
En el supuesto de montar un negocio nuevo, que es el tema que motiva este artículo, todo el dinero que nos ahorremos en la puesta en marcha del proyecto es bienvenido. Estos negocios tardarán un tiempo en empezar a dar beneficios. Al principio todo son gastos, en espera de obtener una rentabilidad futura. Por lo que buscar alternativas para reducir los gastos primeros es una política correcta para el emprendedor.
La economía circular.
El blog sobre ecología y medioambiente Recircular cuenta que la compra de maquinaria de segunda impulsa la sostenibilidad y forma parte de lo que se ha dado en llamar la economía circular.
Al comprar maquinaria de segunda mano le damos una nueva vida a bienes que ya han sido fabricados hace tiempo, alargando su vida útil, en lugar de desecharlos. Una manera de proceder opuesta a la tendencia de usar y tirar, que lo que hace es aumentar la cantidad de residuos que vertemos al planeta.
De esta manera, reducimos el gasto de recursos naturales. No se requiere extraer mineral nuevo para fabricar la carcasa, los motores y las piezas de la máquina. Puesto que la máquina ya está fabricada.
Aunque necesitara una reparación y una puesta a punto, arreglar máquinas usadas es menos contaminante que fabricarlas desde 0. Se invierte mucha menos energía, lo que se traduce en un menor uso de hidrocarburos.
Con frecuencia, estos almacenes de segunda mano son tiendas de proximidad. Se encuentran en nuestra ciudad o provincia. No tenemos que comprar una máquina que ha sido fabricada en Alemania, China o Estados Unidos. Por lo que evitamos ese transporte y se reduce, de esta manera, la huella de carbono.
Al mismo tiempo, estas compras reactivan oficios especializados y sectores económicos, como es el caso de los mecánicos industriales y las redes de reutilización de piezas usadas, que impulsan la economía desde un enfoque sostenible.
Igual que el empresario se ahorra dinero al comprar maquinaria usada, indirectamente, está cuidando el planeta.
Visto en su conjunto, la compra de este tipo de máquinas es ventajosa por múltiples razones y, por tanto, una alternativa interesante a tener en cuenta.