Todo lo que hay que saber sobre la formación para parados

Aunque seguimos diciendo aquello de “voy a sellar el paro” o “soy un parado”, actualmente no es lo más correcto. Las personas que carecen de empleo ya no se consideran vulgarmente paradas, si no que están en situación de desempleo. Tampoco se dice “voy a sellar el paro”, de entrada, ya no se va a ninguna parte, se hace cómodamente desde casa o cualquier ordenador portátil, tablet o teléfono móvil y se habla de sellar la demanda de empleo. Cabe señalar que ya no existe ningún sello en tu hoja como demandante. Eso es cosa del pasado. Solo consta la fecha en la que hay que renovar la demanda y, a razón de cada renovación, la página te devuelve una copia actualizada, con las siguientes fechas de fichaje.

Antes sellar el paro era algo que debías hacer formalmente en las oficinas del INEM, ahora SEPE. Eso te habilitaba y permitía acceder a cursos de formación y cobras las prestaciones correspondientes si correspondía. Todo eso ha ido cambiando con el paso del tiempo. Ahora los cursos del paro, bueno del SEPE, los eliges tú. Antes, te mandaban cartas con la obligatoriedad de realizar un curso, una formación, taller o lo que fuera. Si no te presentabas, corrías el riesgo de dejar de percibir la prestación. En la actualidad, sigue vigente aunque se gestiona de otra manera.

No obstante una de las mejores cosas que tiene encontrarse en situación de demandante de empleo, es precisamente el acceso a todo tipo de formación. Los cursos los ofrecen de forma automática y por sistema a todos los demandantes que se apunten pero también, el propio demandante puede solicitar cursos formativos en entidades que mantienen un convenio con el SEPE. Sobre estas cuestiones, hemos hablado con Tecno Inte donde se pueden realizar cursos subvencionados por el SEPE y el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Que son los cursos para desempleados

La mayoría de los españoles tienen conocimiento sobre la existencia de este tipo de cursos, sea porque los han realizado, han estado en paro o conocen a alguien que si lo ha estado, se trata de un tema de dominio público. Aun así, es muy probable que, teniendo en cuenta los cambios que ha sufrido la administración a lo largo de los años, algunos no tengan muy claro de va el asunto o simplemente no lo conocen.

Siendo así, lo primero que debemos matizar es que los antiguamente conocidos como cursos del INEM, pasaron hace años a conocerse como los cursos del SEPE. El SEPE no es otra cosa que el Servicio Público de Empleo Estatal que, hace ya dos décadas, asumió las funciones del INEM, antiguo Instituto Nacional de Empleo.

La finalidad de este tipo de cursos es proporcionar a los desempleados la formación y cualificación necesaria para que puedan encontrar trabajo con más facilidad. Se trata de unos curos que están subvencionados por el SEPE y los Servicios Públicos de Empleo de las diferentes Comunidades Autónomas.

Gracias a este tipo de formación que suele ser especializada, los desempleados o trabajadores que lo quieran o necesiten, tienen la posibilidad de mejorar su formación y obtener un certificado de profesionalidad. Así se mejora el currículum y se adquieren competencias que permiten abrir un abanico de posibilidades a la hora de buscar y encontrar trabajo.

Otro de los aspectos más llamativos de este tipo de cursos, es que al aprovechar el tiempo formándose, los desempleados se sienten mejor, más realizados y, por supuesto, mejoran su empleabilidad, pero de forma totalmente gratuita. Las diferentes entidades dispuestas a ofrecer este tipo de formación subvencionada por el Estado, cuenta con una amplia variedad de cursos para poner a disposición de cualquier demandante de empleo.

La subvención que es del cien por cien, es posible debido a las políticas activas de empleo con las que cuentan el Estado y las Comunidades Autónomas, unido a la contribución de los ciudadanos que pagan sus impuestos y, de los cuales, se destina una pequeña cantidad. Esto quiere decir que bajo ningún concepto, hay que abonar una cuota por el acceso o asistencia a los mismos. De hecho, es posible acercarse o contactar a cualquiera de los centros formativos concertados a solicitar el curso que necesites y el propio centro se ocupará de gestionar la inscripción con el SEPE.

Dentro de los cursos existentes, es posible diferenciar entre tres tipos de programa:

  • El dirigido a cubrir las necesidades detectadas por el propio SEPE.
  • Los específicos de formación.
  • Los cursos formativos con compromiso de contratación.

En función de la situación e intereses particulares de cada desempleado, puede optar por la opción que más le convenga. Por si fuera poco, tras la realización de cualquiera de estos cursos subvencionados, se obtiene el correspondiente certificado oficial del SEPE que acredita la realización del curso en cuestión. En el mismo certificado se informa de las horas de duración del curso y todo lo relevante al respecto.

Cursos que suponen una serie de beneficios

Realizar un curso del SEPE no debe contemplarse como una obligación o un castigo, como les pasa a algunas personas. Al contrario, poder optar a realizar uno de los cursos que ofrecen, supone una serie de beneficios a muchos niveles. La también denominada como Formación Profesional para el Empleo, constituye un instrumento de mejora que el SEPE ofrece en colaboración con la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE) y los citados organismos competentes de cada Comunidad Autónoma.

El objeto, como ya hemos mencionado, no es otro que poner la formación más especializada a disposición de los trabajadores y autónomos, para que puedan actualizar sus competencias profesionales, incrementarlas y adecuarlas a las cambiantes exigencias del mundo laboral.

Al tiempo que pretende impulsar el desarrollo profesional y personal de las personas en edad de trabajar, mediante la formación, se persigue dar respuesta a las necesidades particulares del mercado laboral en continuo cambio y evolución. De ahí que se ofrezcan una serie de diferentes iniciativas y programas de formación que se centran en mejorar las habilidades y competencias profesionales para que se produzca una mejora dentro de la competitividad empresarial.

Se trata por lo tanto de un beneficio para todos, empleados y empleadores. Aunque cabe señalar que los mayores beneficiarios de los cursos gratuitos, son los propios desempleados. La formación en cualquier momento de la vida y en cualquier ámbito, es indudablemente la mejor herramienta para el desarrollo personal y profesional. Participar en un proyecto formativo, resulta una garantía de obtener varios beneficios, tanto a nivel personal como profesional.

Veamos cuales son algunos de esos beneficios:

  • En primera instancia, permite al desempleado ampliar sus competencias profesionales y mejorar las que posee. Además, proporciona un perfil multidisciplinar y de alta cualificación.
  • Ayuda a mejorar la empleabilidad ya que al estar actualizado, el desempleado se pone a la vanguardia del sector correspondiente y con la capacitación necesaria para adaptarse a los cambios que se producen dentro del mercado laboral.
  • Impulsa el crecimiento y desarrollo personal de los individuos que forman parte de la acción formativa, se adquieren conocimientos y capacidades para enfrentar nuevos retos.
  • Pone a prueba las capacidades, hace posible que se conozcan los límites personales de cada uno y, por lo tanto, conocerse mejor a uno mismo.
  • Permite ampliar los contactos profesionales y abrirse paso en el mercado laboral, con personas en la misma situación o empresarios en busca de talento.

A la hora de optar por realizar una formación para el empleo, debemos diferenciar entre dos tipos: subvencionada y programada. La primera la proporcionan las administraciones para los trabajadores por cuenta ajena, autónomos o desempleados. La segunda, corre a cuenta de las empresas. Esto quiere decir que, en el primer caso, el coste de la formación se hace a cuenta de la financiación pública, en tanto que el segundo, supone un coste para la empresa.

Para acceder a los diferentes cursos que existen a disposición de las personas desempleadas, basta con buscar en la página del SEPE o acceder a través de alguno de los centros formativos que disponen de convenios con el Servicio Estatal de Empleo. En muchos de los cursos, es posible acceder aun estando en activo, puesto que son bonificables y no requieren de requisitos previos.

La única regla que hay que cumplir es estar dado de alta como demandante de empleo o como mejora del mismo y buscar el curso que más te convenga o esperar a que lo impartan. Cabe señalar que en algunos casos, los cursos son tan especializados que pueden requerir algún tipo de preparación anterior, como disponer de algunos estudios relacionados. En otras ocasiones, lo que se realiza es una prueba de nivel a los interesados para conocer con mayor precisión la formación de cada aspirante y preparar un grupo homogéneo en lo que a conocimientos respecta.

Por lo demás, poco más se puede añadir al respecto de la formación profesional para desempleados. Sin duda es una excelente oportunidad para seguir formándose sin necesidad de renunciar a la búsqueda de empleo o tener que asumir los costes que supone la formación especializada.

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